Super ruidoso, camas duras e incómodas, almohadas de piedra, el servicio es pésimo. Las empleadas dan las respuestas más ridículas del mundo. No agua caliente y hasta te quedabas sin agua mientras te bañabas. No te limpian el cuarto al menos que lo pidas y aun así te ignoran y cuando les recuerdas te dicen que no avisaste a tiempo y que te quedas para el próximo día, el cual tampoco van. Hace calor en las habitaciones porque hay solo ventilador de pared y no puedes abrir la ventana porque escuchas todo el escándalo de la 70. La gerente se queda en el celular en redes sociales mientras te quejas y sus empleados te dan las excusas que ya les programó. El internet se cae todo el tiempo. Entran personas de la calle a la recepción a utilizar las facilidades y hasta suben a caminar por los pasillos donde solo se supone que hayan huéspedes. El único decente y que trata de ayudar es un muchacho llamado Mauricio. Busquen cualquier otro lugar, me lo agradecerán.