Conozco lo incómodos que son los restaurantes en París, mesas enanas, comensales al lado, es un hotel muy caro para su escaso tamaño de habitación y baño, no puede tener una habitación publicitada como de 15 metros y no tenerlos. La localización eran a 15/20 minutos andando del Barrio Latino, bien, el metro (Luxembourg) al lado bien, pero nada más. Servicio no cabía casi ni una persona, pero estaba bien reformado, tenía dos puertas que basculaban y chocaban con el lavabo que cerrabas tras de tí. Calefacción que al sentarte en el water, te podía quemar el tubo. Bien WiFi. Trato amable. Resumen, desayunos caros de, normal para París. No merece pagar ese dinero para no disfrutar de espacio y oir a los de al lado. El hotel tiene pocas habitaciones, algunas son un poco, poco, más grandes. No volveré.