Terrible experiencia, desde la entrada en el looby olía demasiado a marihuana, los niveles uno y dos olía exactamente igual, me quejé y el anfitrión me indicó que lo que sucede es que la gente sale a fumar y regresa con el olor, lo cual no es cierto , las habitaciones si bien están recién pintadas las alfombras de piso demasiado sucias, el baño ya descuidado y da la apariencia de sucio, el destino que colocan es café y un croosaint. No vale la pena por el precio que se paga, hay mejores hoteles alrededor. Además me tuvieron que cambiar de habitación ya que el aire acondicionado no funcionaba.