El gerente grosero. El personal amable es la minoría, en general, son poco amables y algunos incluso groseros. El tipo del kids club, no solo grosero, sino insolente. La comida TERRIBLE, las "especialidades" son entre otras, quesadillas y pescado de pésima calidad. De lunes a viernes fue exactamente el mismo bufete terrible. La palapa que es de las pocas cosas rescatables del hotel, cerrado (cosa que no informan en su página de internet) entonces desayunas en el centro de convenciones que es totalmente cerrado, como si estuvieras en evento de oficina. El restaurante de sushi para snacks, no tiene ni arroz al vapor, solo hamburguesas, hot dogs, nachos con queso mas aguado que una sopa y chicharrones fritos, también aguados. En el restaurante italiano si son amables y la comida aceptable.
Las amenidades del baño son corrientes y escasos. Uno de los días no me pusieron las toallas completas, no obstante hablé para pedirlas.
Un día no hubo suficientes toallas para la alberca porque se descompuso la lavadora.
Dos días, de los cuales solo llovió media hora uno de los días, no había toldos o sombrillas, por lo que estás expuesto al sol todo el tiempo.